
Cuando transcurrían los años 50 para Colombia, igualmente daba sus primeros pasos el evento que por entonces captaba la atención de todo el país por lo inenarrable, casi imposible e inimaginable por lo que significaba transitar las entonces incipientes «carreteras» del país en bicicleta, haciendo parte de un certamen que hoy se apresta a celebrar 62 años de existencia: LA VUELTA A COLOMBIA.
Y…uno de sus primeros héroes inolvidables de la historia deportiva y ciclística del país y de su departamento (Antioquia, estará este sábado celebrando sus maravillosos 80 años de vida a lo largo de los cuales se cubrió de gloria deportiva y sigue siendo ícono de este deporte que él contribuyó a forjar con las herramientas de antaño.
En el libro LA GRAN HISTORIA DE LA VUELTA A COLOMBIA, próximo a aparecer, se relata que «Su nombre es RAMON HOYOS VALLEJO, oriundo de la vereda La Cubilla, en el hermoso municipio de Marinilla, en el oriente antioqueño. Sus padres Antonio José Hoyos y doña María Jesús Vallejo procrearon junto con Ramón una familia de 12 hijos, como se estilaba en esa época.
Luego de estudiar la primaria en su municipio, el joven Ramón se fue a Medellín a buscarse la vida y siendo mensajero en un granero fue como apareció en una bicicleta y picado por el bicho del ciclismo resultó corriendo en las pruebas de la liga de su departamento y finalmente en la que sería su primera Vuelta a Colombia en 1952 que terminó con una violenta caída, lo que no le impidió volver en 1953 a intentarlo otra vez, consiguiendo una estruendosa victoria que convirtió en héroe departamental y luego nacional al coleccionar 5 camisetas de Campeón de la Vuelta a Colombia, (1953-54-55-56-58), convirtiéndose en el primer «Monstruo» del pedalismo nacional, abriendo toda una época de dominio para el ciclismo antioqueño bajo la dirección de Julio Arrastía Bricca.
Ramón Hoyos Vallejo, fue igualmente infaltable como representante del ciclismo colombiano en eventos de talla internacional y posee aun hoy, después de casi 60 años, algunas marcas inolvidables e imborrables para la Vuelta a Colombia y después de su retiro del ciclismo, que se produjo en 1964 cuando falló en su intento de conseguir una casilla para los Juegos Olímpicos de Tokio corriendo la Vuelta a Colombia de ese año, ‘DON RAMON DE MARINILLA» como la bautizara el incomparable narrador Carlos Arturo Rueda, incursionó como comerciante, hacendado, comentarista de ciclismo en Caracol y finalmente se dedicó a una vida tranquila y reposada entre Medellín y la campiña que le vio nacer.
Hoy, al celebrar sus 80 años, Ramón Hoyos Vallejo es un hombre vital, lúcido, que disfruta la vida plenamente. Sabe muy bien que es parte fundamental del nacimiento y desarrollo de la Vuelta a Colombia y del ciclismo colombiano.
Sabe también que el país deportivo ciclístico, aun no se olvida de sus hazañas e impresionantes victorias parciales y totales. Por espacio de una década, este nombre y este hombre coparon literalmente la historia deportiva del país que cada año aguardaba con expectación la llegada de la Vuelta a Colombia para seguir los pedalazos de quien fuera el primero de los reyes de las carreteras colombianas y hoy, ese mismo país le rinde homenaje de gratitud y reconocimiento por todo lo que ha sido, es, y seguirá siendo.
Precisamente este sábado, uno de sus hermanos (Chepe) organiza en la compañía de amigos, colegas, dirigentes, periodistas y ciudadanía de Marinilla, un homenaje al primer «escarabajo» colombiano, con una misa, un ciclo paseo y la tradicional torta de cumpleaños, en una fiesta que será la mejor oportunidad para recordar tanta historia y para celebrar tanta vida. Salud, Campeón.
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