Las Escapadas de Héctor Urrego: Haciendo Historia en el Giro
Después de casi una semana de carrera, el Giro de Italia ha significado para el “Batallón Colombia” que representa al ciclismo colombiano en esta importante competencia, la manera de rememorar una historia que comenzó a escribirse hace 40 años y que se encuentra firmada con grandes, espectaculares e inolvidables hazañas realizadas por cuatro generaciones de colombianos que han trasegado por la geografía italiana, enfrentando a los mejores ciclistas del mundo y la agreste geografía de la bota italiana.
Después de casi una semana de carrera, el Giro de Italia ha significado para el “Batallón Colombia” que representa al ciclismo colombiano en esta importante competencia, la manera de rememorar una historia que comenzó a escribirse hace 40 años y que se encuentra firmada con grandes, espectaculares e inolvidables hazañas realizadas por cuatro generaciones de colombianos que han trasegado por la geografía italiana, enfrentando a los mejores ciclistas del mundo y la agreste geografía de la bota italiana.
Esta vez, no ha sido distinto y los 15 hombres que aquí representan al mejor ciclismo de nuestro continente, se han batido en todos los terrenos y han demostrado –cada quien en su medida y de acuerdo a sus intereses- que no se ha venido al Giro por venir sino en el cumplimiento de objetivos y misiones diferentes pero de gran valor. Veamos:
Rigoberto Urán y Sergio Henao han resultado hasta el momento, ser los dos grandes que el ciclismo de Colombia y del mundo esperaban, no solo en su condición de escuderos del gran favorito Wiggins sino igualmente capaces gracias a su talento, experiencia y determinación, de hacerse a un puesto de honor entre los mejores del Giro, como lo muestra su clasificación hoy en la general (segundo y octavo), además de sus continuas apariciones en los primeros lugares de cada etapa.
El Team Colombia, apoyado por Coldeportes, COC y Marca País ha demostrado que la invitación hecha para participar en el Giro se hizo a un equipo competitivo, dueño de una estructura y organización de alto nivel técnico y económico, digno de pertenecer a la segunda división del ciclismo mundial, de enorme futuro y gran clase y formación, obedeciendo a un proyecto que permite hoy tener corredores capaces de enfrentar a los mejores del mundo en todos los terrenos y su protagonismo ha sido evidente, habiendo estado en dos oportunidades a punto de ganar etapa pero las circunstancias propias del ciclismo se lo han impedido al nariñense Robinson Chalapud primero y luego al vallecaucano Leonardo Duque por una maldita caída.
Carlos Betancur, el joven antioqueño del Ag2r La Mondiale, ha sido igualmente un protagonista de primera línea, la suerte no lo ha acompañado sufriendo varias caídas pero seguramente seguirá luchando por la camiseta blanca del mejor joven y por un puesto de honor en la general de una carrera que ya conoce y quiere.
José Serpa (Lampre-Mérida), Cayetano Sarmiento (Cannondale) y Miguel Ángel Rubiano (Androni Giocattoli-Venezuela), corren en función de sus equipos, lo que no les impide igualmente hacer su carrera a la espera de los momentos claves, ya mirando una etapa o la general final.
No cabe duda que esta, es una participación histórica para el ciclismo colombiano en cuanto significa su retorno a las grandes carreras del mundo con un equipo netamente nacional, gracias a la decisión de Jairo Clopatofsky como director de Coldeportes a finales de 2011 con la asesoría de Diana Giraldo y luego ratificada y sostenida por Andrés Botero en su condición de rector del deporte colombiano en Coldeportes y el apoyo del Comité Olímpico Colombiano y Marca País. También lo es, por el elevado número de corredores que nos representan (15), lo que pone de presente una vez más, el enorme potencial con que cuenta Colombia hacia el futuro y la sigue calificando como potencia mundial aunque muchos se resistan a creerlo.
Aún faltan dos semanas de giro, muchos kilómetros por recorrer, tantas cosas por suceder, demasiada montaña para superar, pero sea lo que sea y que pase, a nadie le puede caber duda cuanto valor tiene la historia escrita, la que se está escribiendo y se va a escribir en el futuro por parte de nuestros ciclistas, en esta fabulosa carrera que tiene como insignia el color rosado, que es igualmente el de la camiseta que distingue su líder y finalmente su vencedor.