La última reina de Francia fue María Antonieta de Austria. Eso en cuanto a tronos medievales, pero este domingo en la Super Planche des Belles Filles se invistió a una nueva reina de épocas mas modernas y civilizadas, Annemiek Van Vleuten (Movistar Team), que en vez de corona recibió una camiseta amarilla que desde hace ya casi una centuria distingue al gran vencedor y hoy a la vencedora del Tour de Francia Femenino 2022.
El Tour de Francia Femenino regresó tras 33 años de notable ausencia. La última campeona había sido la legendaria Jeannie Longo que en 1989 levantó el último trofeo por encima de la italiana Maria Canins y la estadounidense Inga Thompson.
Hicieron falta tres décadas en las que el ciclismo femenino avanzó a pasos agigantados para devolverle la categoría para mujeres a la carrera mas famosa y glamurosa del mundo. Los nombres de las mejores corredoras se repiten al igual que los sus pares masculinos en las mas grandes competencias de la gran carpa europea como el Giro Donne, Strade Bianche, Tour de Flandes y Lieja-Bastoña-Lieja para solo mencionar las grandes y los monumentos del calendario mundial.
Al huracán del ciclismo femenino solo se resistían París-Roubaix y el Tour de Francia, pero el Infierno del Norte abrió sus puertas en 2021 para una reina de los adoquines y la legendaria carrera del país galo renovó para 2022 el Tour de France Femmes que tuvo su primera edición allá por 1955, pero que solo tuvo continuidad entre 1984 y 1989, con participación incluida de un equipo netamente colombiano en 1986.
La carrera inició el pasado domingo en París con un circuito previo a la llegada de la “Grand Boucle” que coronó al danés Jonas Vingegaard como gran campeón. De allí salió rumbo al oriente del país en etapas por carreteras estrechas y técnicas donde se reeditaron todos los dramas y emociones propias del Tour masculino desde hace ya un siglo. Caídas, cortes por viento, nervios, sudor, alegrías y tristezas, las mujeres vivieron en cinco etapas lo que se suele vivir durante la primera semana del Tour de los varones.
La también neerlandesa Marianne Voss (Jumbo-Visma) se erigió como la gran dominadora de las primeras jornadas ganando la segunda etapa en Provins y vistiendo de amarillo durante cinco días, al igual que su compatriota Lorena Wiebes (Team DSM) que se alzó con el circuito de París y con la quinta jornada en Saint-Die-des-Vosges.
Pero llegó el fin de semana definitivo y allí la máxima favorita demostró por qué es considerada la mejor ciclista de la actualidad y de la historia. Annemiek van Vleuten se repuso a las caídas de las primeras etapas y a problemas de salud para dar dos recitales que le aseguraron la camiseta amarilla. El primero en Le Markstein tras un etapa que recordó los trípticos de Alpes y Pirineos que se atravesaron hace menos de dos semanas en la edición masculina.
Y el segundo este domingo en otra trepada icónica del Tour, la Super Planche des Belles Filles. El gigante del Macizo Central francés que hace solo dos años le sirvió a Tadej Pogacar como escenario para empezar a construir su leyenda, vio este domingo a Van Vleuten también construir la suya con quizás el único título que le faltaba a una vitrina ya repleta de trofeos.
La neerlandesa, que desde hace ya casi tres años adelanta sus pretemporadas en Colombia, alcanzó a los 39 años la camiseta amarilla para reabrir el hall de la fama de campeonas del Tour, ese que inexplicablemente se cerró en 1989, pero que ahora Van Vleuten y las que la precedan seguirán construyendo en los años a venir a base de golpes de pedal, sangre, sudor y lagrimas de tristeza y felicidad, en las planicies y montañas francesas.