La continuación de la historia escrita por el ciclismo colombiano hace 10 años en el Giro de Italia nos indica que luego de las tres primeras etapas destinadas a los velocistas, la carrera siguió dentro de la misma tónica con victoria para el embalador francés Nacer Bouhanni en la cuarta jornada y el australiano Michael Matthews manteniéndose como líder.
El italiano Diego Ulissi obtuvo para su equipo (Lampre) y su país la primera victoria parcial en Viggiani mientras comienza a aparecer el ciclismo colombiano con Rigoberto Urán (Quick Step) como cuarto en la general, siguiendo así el derrotero de la prueba hasta la octava etapa ya con la montaña como adversario, lo que no impidió la segunda victoria de Ulissi en la octava etapa y el liderato del australiano Cadel Evans (BMC) y ahora el segundo lugar en la general para el de Urrao a 57 segundos.
La novena fracción ganada por Pieter Weening (Orica) y el día de descanso transcurrieron sin novedades, pero la “Corsa Rosa” se reinició con la tercera victoria de Bouhanni en la décima fracción y ese día se pudo ver la entrada en acción del futuro campeón Nairo Quintana (Movistar) quien se ubicó en el top 10 de la general instalándose en el noveno puesto a 1.45 de Evans.
La carrera italiana entraba de esta manera en su segunda mitad con la disputa de la etapa 11 ganada por Michael Rogers (Tinkoff), mientras Cadel Evans siguió conservando su camiseta rosada con Urán a 57 segundos, Majka a 1:10, Pozzovivo 1;20, Aru 1;39 y Quintana (octavo a 1:45), clasificación general previa al gran crono individual de 42 kilómetros en Barolo que cambiaría completamente el panorama de la prueba.
En efecto, de manera brillante e incontestable, Rigoberto Urán consiguió aquel día un triunfo memorable, con ventajas de 1:17 sobre Ulissi y 1:34 sobre Evans, actuación que le valió también el liderato que por primera vez alcanzaba un ciclista colombiano, pasando entonces a comandar con diferencia de 37 segundos y 1:52 a su favor sobre Evans y Majka mientras Quintana despareció del top diez de manera temporal.
La victoria de etapa y el liderato de Rigoberto Urán fueron el campanazo inicial de lo que sería la segunda mitad de la gran carrera italiana para el ciclismo colombiano que a partir de ese día emprendió una fantástica campaña individual y colectiva con la que pasaría a la historia del Giro de Italia con letras de oro.